sábado, 10 de diciembre de 2022

"De todas las flores" - Natalia Lafourcade


Hablar de Natalia Lafourcade es muy difícil, fue una niña genio y terca que ha crecido de una manera inmensa, ella y su madre son una muestra viva que la música tiene una fuerza de sanación inmensa, su historia desde niña es muy interesante y su evolución es una de las más importantes dentro de la música latinoamericana. Lejos, muy lejos parecen esos 20 años que han pasado desde los singles “En el 2000” y “Busca un problema” con su primer álbum homónimo que le dieron un éxito inmenso en nuestro continente. Son dos décadas desde ese momento en que la niña se preocupaba por cosas sencillas en sus letras (no siempre) que la llevarían a decenas de colaboraciones con artistas consagrados, discos bajo su nombre en los que su sonido evolucionaba rápidamente, tributos a su tierra, a su música y a su país, un crecimiento inmenso en su trabajo musical. Una madurez pocas veces vista en un artista, esa evolución que puede significar un posible fracaso si no se hace bien, pero Natalia Lafourcade resultó todo lo contrario, evolucionó a paso firme y nosotros crecimos con ella, al mismo tiempo.

Hoy a Natalia Lafourcade la ronda la muerte, la muerte como significado de vida, como esa guadaña que afilamos con la vejez, en su reciente disco “De todas las flores”. Luego de 7 años dedicada a la música de otros, a enaltecer la música de su país, llegar hasta la raíz de ella y de quienes la formaron, regresa en 2022 con un disco fascinante, oscuro con tintes humanos como pocos. Esto es un paso atrás a ese sonido personal, hoy Lafourcade no es tan folklórica, es ella en pleno con todo el camino que ha avanzado. El disco es producido por Adán Jodorowsky, un genio detrás de los controles. Todo el proceso de grabación se realizó en cinta, nada digital. Grabar de esta manera es algo que ya no se suele utilizar, el disco cuenta con la colaboración de Marc Ribot, uno de los guitarristas dentro del Free Jazz más importantes del planeta, quien ha trabajado con John Zorn, Tom Waits o Elvis Costello entre tantos otros.

La muerte es la clave y centro del disco, las diferentes muertes en el camino de su vida y nuestra vida. Cicerón, Platón y Schopenhauer nos enseñaron como otros tantos filósofos lo que es la filosofía y el pensamiento para prepararnos a el acontecimiento de lo que significa la muerte física, el no estar presente, pero Lafourcade nos prepara para otro tipo de muerte, la muerte por sentimiento. Natalia es una chamana, su evolución la convirtió en eso. “De todas las flores” es un disco que le costó nacer, un proceso difícil de terminar y bastante experimental dentro de la carrera de esta artista. Este regreso luego de tanto tiempo significa un nuevo abrir de ojos para una mujer que nació marcando la música latinoamericana y mundial. Un amigo cercano le dijo luego de escuchar alguna versión suelta, “suenas bien, pero te extraño a ti”, eso resultó un shock para ella y gracias a eso vio el reto de hacer un nuevo disco y así regresa Lafourcade con esta intimidad sonora que nos regala a todos.

“De todas las flores” es un disco ritual, un trabajo de psicomagia es lo que disfrutamos en cada track, su grabación fue privada, sin celulares, sin invitados moviéndose dentro del estudio durante el proceso de grabación, todo con la quietud y la paz que Lafourcade transmite desde hace unos cuantos años como persona y como artista, de esa mujer plena y angelical que supo reinventarse cada día, cada disco y en cada gira.

Este disco son claros actos de una persona que se hunde para levantarse, un viaje de un corazón roto y saber llevarlo a sanar. El inicio es tenebroso con cuerdas que nos sirve como introducción a “Vine solita” con un aire melancólico pero esperanzador, a pesar de su letra “A este mundo vine solita, solita me voy a morir, a este mundo vine solita, me aferro a la vida antes de morir” dice el tema que inicia estas flores, “De todas las flores” es una canción de anhelo al pasado, de un saudade por el amor que ya no se tiene, “Pasan los días” son el tormento del tiempo que nos atropella por quien ya no está con nosotros, resalta “Llévame al viento” como uno de los mejores temas del disco, la voz de Lafourcade es de una fuerza tan delicada, escucharla con audífonos es uno de los placeres maravillosos que nos regala su ternura, Adán Jodorowsky colabora en el tema “El lugar correcto” susurrando frases en francés. Los colibríes tienen la particularidad de que su corazón late a una velocidad inmensa, la leyenda cuenta que fueron creados para llevar los pensamientos de una persona a otra por eso Natalia se canta a si misma “Pajarito colibrí” o a ese otro corazón roto que la escucha.

Hasta aquí pareciera la primera etapa del disco, que con “María La Curandera” inspirada en un poema de María Sabina comienza la cura de esa protagonista destruida por el amor o el amor no correspondido, “Caminar bonito” y “Mi manera de querer” nos lleva a otro tono, el disco avanza a otro espacio anímico, hay una nueva sensación de naturalidad en las letras, la voz y la obra de Lafourcade.

El tema más hermoso es “Muerte”, según las propias palabras de Natalia Lafourcade fue un tema muy difícil de componer, se negaba a nacer, a grabarse hasta que nació con fuerza, la forma de cantar no era la que escuchamos en la grabación, es ahí donde entró la mano de Adán Jodorowski cuando la orientó a que un tema tan exigente con una letra tan poderosa: “Le doy gracias a la muerte, por enseñarme a vivir, por invitarme a salir a descifrar bien mi suerte. Tomando mi mano fuerte, llenándola de vida, es como del mal me cuida porque al presente me aferra”, debía recitarse como la podemos escuchar en el resultado final, la mezcla de jazz, bossa nova, folclore es mágica como enmarca toda la voz de la cantautora. El viaje se cierra con un renacer, la emoción se siente ante la cura y que hay esperanza a pesar de todo, son dos temas “Canta la arena” y “Que te vaya bonito Nicolás”.

Natalia Lafourcade es una mezcla de mujer fuerte, perenne, una artista difícil de enmarcar en algún género, una cantante sentimental que llegó a un punto de no retorno. No tiene nada que demostrar o que puede mejorar porque ya llegó a lo más alto, pero lo mismo pensé con “Hasta la raíz” y siete años después nace “De todas las flores” para sorprenderme con esto. Así qué, el camino no acaba. Lafourcade está hecha para amar a quien la escuchaba, la escucha y a quienes la descubran en el futuro.

Este disco es un disco hecho de naturaleza, todos los elementos están allí hechos música. Natalia Lafourcade es sin lugar a dudas la mejor artista en este momento dentro de Latinoamérica, la que tiene más que aportar y mostrar a este mundo que se descompone.

“De todas las flores”
Natalia Lafourcade
Producido por: Adán Jodorowsky
12 temas
Duración: 1 h. 6 min.
(2022)
SONY BMG



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