Ignacio González
Vegas mejor conocido como Nacho Vegas realmente salta a la fama internacional y a ser un personaje
mediático cuando comparte su nombre junto a Enrique Bunbury en aquel trabajo de
nombre “El tiempo de las cerezas” en el año 2006, pero antes de esa grabación
ya muchos buscábamos desesperadamente su trabajo como solista luego de su época
con Eliminator Jr. y uno de los grupos underground
mas importantes de España, los Manta Ray.
Nacho Vegas
es un hombre que ha vivido todos los infiernos que siempre suelen ir de la mano
de aquellos que tienen talento de sobra, infiernos que se componen de pánico, amor,
soledad, miedo, dolor y por supuesto una gran cantidad de drogas junto a todo
tipo de excesos y abusos; la música y las letras de Nacho Vegas son alimentadas
con cada uno de estos sentimientos y llevadas al súmmum con un mundo rodeado de esas drogas y experiencias duras,
esto muy bien enmarcado dentro de un género que se pasea entre el folk y el
rock, altamente influenciado por genios de la talla de Leonard Cohen, Bod
Dylan, Nick Cave, Tom Waits, Nick Drake y Will Oldham entre otros, todos estos
nombres han influenciado el talento musical de Nacho Vegas creando canciones llenas
de malditismo del más duro que se pueda escuchar, donde su música y prosas son
una manera de exorcizar lo que vive a diario.
Este trabajo
no solo es esencial para los fanáticos de Nacho Vegas también puede serlo para
los que quieren conocer un poco mas de uno de los artistas que cambia con su
presencia y su historia personal la música indie
española, un artista que logra renovarse desde sus comienzos o mejor dicho
madurar como músico y ser humano casi que con cada trabajo que logra editar. Un
personaje que es una trinidad en sí mismo: Nacho el real, el maldito y el
personaje de las canciones, a estos tres Nachos vamos a conocer profundamente
gracias a este trabajo editado por Lengua de Trapo y escrito por Carlos Prieto.
“Cajas de
música difíciles de parar o el desencanto de Nacho Vegas” es un resumen
histórico de su vida, centrado esencialmente en su peor momento, en esa etapa de su vida que lo moldea y que
básicamente lo lleva a ser el Nacho Vegas que conocemos hoy; el libro es un
análisis profundo tomando varias entrevistas que ha dado a lo largo de su
carrera y también extractos de conversaciones con sus amigos fieles y otros ya no tan amigos, el eje de este libro se
centra en lo que sería su segundo disco “Cajas de música difíciles de parar”
editado en el año 2003 donde Nacho decide ser casi que punta de lanza dentro de
la música indie española y se abre totalmente a contar de manera desencarnada
su vida sin cuidado alguno de el que dirán, esto obviamente sacude a la
critica que se dividió en dos partes, los que lo aplaudieron y los moralistas que siempre creen que el arte
debe tener un límite y que un artista tiene siempre una raya que no debe
atreverse a pasar. Nacho Vegas es fácilmente uno de los primeros artistas
españoles que habla abiertamente de su enganche con la heroína y otras drogas
en gran parte de sus canciones y esto lo marca como un músico maldito dentro del
genero indie español.
Carlos
Prieto sabe muy bien hilar la historia de la vida de Nacho Vegas junto con todo
el contexto político, histórico, poético y musical que vivía España en cada uno
de los momentos en que el cantautor claramente se dedica a sobrevivir emocional,
social y musicalmente. Aquí vamos a explorar
detalles íntimos que algunos no conocen como la historia de “El Ángel Simón”
que solo los mas fanáticos de Vegas sabemos gracias a el libro autobiográfico
ficcionado de nombre “Política de hechos consumados” que Nacho publica por
aquel año 2004 pero ahora gracias a Prieto se abre esa herida profunda que deja
su padre y la marca que lleva Vegas a su espalda con la muerte de su progenitor,
el sufrimiento de la situación familiar y de esa España tan turbulenta políticamente
hablando con la crisis de la izquierda que termina en el suicidio de su padre abusando de su cuerpo al no parar de beber,
fumar y comer indeteniblemente buscando fallecer de esa manera lográndolo
estoicamente, Nacho acepta que su padre es su sombra y que no lo podrá dejar
nunca en paz. Otros temas que resaltan son su bisexualidad y experimentación en
busca de amor o la relación con su primera novia
Beatriz Concepción pero sin duda el tema más importante es su matrimonio de
amor y odio con la heroína, las drogas en general y los abusos.
El capítulo
dedicado a su relación y fuerte enganche con la heroína, es la parte de el
libro más dura y complicada de digerir, Vegas no se justifica pero tampoco
busca dar vueltas mas profundas al asunto, Nacho cuenta sin remordimiento
alguno “Yo no quería quitarme el
aburrimiento, yo rara vez me aburro; quería quitarme la tristeza y el caballo
era la droga indicada…”; el problema con su adicción es que al intentar
dejarla fue cambiando de drogas y su hundimiento era cada vez mas profundo en
cada una de ellas, de la heroína a la coca inyectada, luego metadona y finalmente
el alcohol, afortunadamente su desenganche se logra al ver que la droga
afectaba su trabajo y sus composiciones, solo de esta manera logra curarse y
comenzar nuevamente.
Finalmente
el libro cierra con un capítulo dedicado a las influencias literarias que lo
marcan desde adolescente donde cuenta el gran impacto que causaron en sus
canciones autores como Salinger, el realismo sucio y la poesía de Raymond
Carver, Fernando Pessoa, Leopoldo María Panero,
las historias extremas de Dennis Cooper, Bret Easton Ellis y Michel
Houellebecq entre otros.
En resumen,
he disfrutado mucho la lectura de esta caja de música con hojas porque soy un
acérrimo fan de todo lo que ha hecho Nacho Vegas y que hasta la fecha aun no me
ha decepcionado. Como dije anteriormente es un trabajo para los más fieles
seguidores de Vegas y para los que quieren conocer a este ser humano que ha
conseguido gracias a su música sobrevivir a la soledad, el miedo, el amor y las
drogas.
“Cajas de música difíciles de parar o el
desencanto de Nacho Vegas”
Carlos Prieto
Editado por Lengua de Trapo (2012)
192 páginas
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