El libro que el francés Frédéric Beigbeder se negaba a escribir al fin lo
ha hecho. Fréderic se hizo mundialmente conocido con tres de sus obras “Windows
on the World”, “El amor dura tres años” y “13,99 euros” con esta ultima logra
que lo despidieran de manera inmediata de la empresa de publicidad para la que
el tenía años laborando como uno de sus principales creativos. Gracias a
Editorial Anagrama hemos podido disfrutar gran parte de su trabajo como uno de los
más interesantes escritores contemporáneos.
“Una novela francesa” es un ejercicio interesante de escribir una
biografía sin querer hacerlo pero las circunstancias lo llevan a ello. Un
prefacio de su amigo y agitador profesional de las palabras y las sociedades
Michel Houellebecq nos introduce a esta novela cuyo nombre se inspira y roza
simbólicamente a Emma Bovary, Houellebecq nos comenta que encontraremos una
novela honesta y hermosa, la historia de un ser humano común que ha vivido
excesos y frustraciones, que nos enseña que realmente los únicos momentos
felices que vamos a vivir en el viaje de nuestras vidas es la niñez.
Frédéric Beigbeder es el niño malo de la familia, la oveja negra;
mientras su hermano recibe una medalla al merito de manos del Presidente de
Francia Beigdeger es encarcelado por consumo de cocaína en plena calle sobre el
capó de un automóvil al salir de una discoteca, imitando al personaje de la
novela “Lunar Park” de Bret Easton Ellis; Beigdeger es el que no sigue las
normas y quiere ser un coñazo a la
sociedad francesa. Durante su retención decide emplear y ocupar su mente en
escribir mentalmente esta novela francesa, intenta hacer memoria de los hechos
y los caminos que ha tomado en su vida que lo han llevado hasta esa celda, el
gran problema es que descubre que su memoria no funciona como realmente desea,
las raíces de sus memorias y recuerdos están secas y casi en su totalidad se
encuentra vacío. “Una Novela Francesa” se escribe para cazar y buscar esos
recuerdos que su vida ha ido ocultando y que gracias a los excesos se van
perdiendo.
Un clamor a la familia, a las generaciones que cambian, a la familia que
se va y que nos deja solo un nombre que recordar, de cómo transmitimos como un
virus lo que nos enseñan de pequeños nuestros padres y abuelos, de cómo sus
decisiones nos ponen caminos por delante y casi siempre vamos a ir por el menos
correcto, ya dependerá de nosotros ir corrigiendo a medida que avanzamos. En
“Una Novela Francesa” a medida que leemos los recuerdos van saliendo, una
felicidad cuando niño muy breve, de cómo una epistaxis lo marcaba a cualquier
lugar que iba, los recuerdos de una niñez en pleno mayo 68 y las memorias de su
abuelo patriota en plena guerra, el divorcio de sus padres y las mentiras con
las que durante años ha sido alimentado, su interés por los libros antes que
por la misma vida que lo ayudan a ocultarse del resto del planeta; a medida que
se avanza vamos encontrando una vida normal como cualquier otra pero que al
estar tan bien contada nos invita a vivir sus recuerdos a medida que van
apareciendo.
Momentos muy interesantes son la larga conversación con uno de los
policías sobre sus razones para consumir cocaína, una posición bastante
peculiar ante el nuevo fascismo de lo políticamente correcto; de cómo las
sociedades cada día nos eliminan nuestras
libertades y una visión en general de cómo cada día somos mas apresados por lo
que algunos consideran correcto.
Según palabras del propio Beigdeger su vida ha sido una decadencia con
turbación y que su deseo de morir joven como sus escritores favoritos siempre
estuvo allí pero que a pesar de esa decadencia y vacío que llega a sentir
durante casi toda su vida y cada recuerdo también se encuentra anclado por un
amor incondicional a su madre y a su hija.
“Una Novela Francesa” se lee de manera rápida, una biografía sencilla,
simple pero muy directa. Beigdeger no nos enseña algo que nos interese
realmente, pero si nos demuestra que básicamente cada una de nuestras vidas son
solo eso novelas francesas que debemos saber contar para que sean inolvidables
y que si logramos plasmar los nombres de nuestra familia y de quienes nos
acompañan en vida en un libro desde ese momento se hacen inmortales.
“Una Novela Francesa”
Frédéric Beigbeder
Editado por Anagrama (2011)
213 páginas
213 páginas
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