"Someone take these dreams away,
That point me to another day,
A duel of personalities,
That stretch all true realities"
That point me to another day,
A duel of personalities,
That stretch all true realities"
Ian Curtis - "Dead Souls"
Ian Kevin Curtis (Mánchester, Reino Unido, 15 de julio de 1956 – Macclesfield, Reino Unido, 18 de mayo de 1980) fue
un cantante convertido en sinónimo por siempre de lo que significa ser un músico
apasionado y que buscó dentro de los sonidos y la literatura la fuerza y el sostén
para poder aguantar una vida la cual siempre vio como un castigo. Joven
extremadamente sensible, introvertido, atormentado, depresivo, bipolar ya en
los últimos días de su vida, lector infatigable, algunos aseguran que sufría de
agorafobia, poeta maldito de la música y rebelde contra el establishment, como si esto fuese poco sufría de ataques de
epilepsia la cual le sería diagnosticada ya siendo adulto y disfrutando de
cierto éxito dentro de la música, una vida en plena Inglaterra bastante
deshumanizada por la industrialización lo hizo refugiarse dentro de la música underground y los ideales del punk junto a libros de autores como
Franz Kafka, William S. Burroughs, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Ted Hughes, Nikolái
Gogol, Jean Paul Sartre, Friedrich Nietzsche, Hermann Hesse y J.G. Ballard
todos ellos serían su gran influencia como letrista y todo ese entorno social
que lo rodeaba lo llevó luego de ver un concierto de los Sex Pistols a crear junto con otros jóvenes que de alguna manera se
sentían como él una banda con un sonido que hasta el día de hoy miles han
intentado imitar, esa banda fue conocida en su primer momento con el nombre de Warsaw que poco tiempo después
cambiarían por Joy Division dos
palabras extraídas de la novela de Karol Cetinsky “The house of dolls” (“La casa de muñecas”) un lugar donde prisioneras
judías durante la Segunda Guerra Mundial eran obligadas a complacer a los
oficiales nazis esto como era de esperarse les generaría cierta polémica por
algunas de sus imágenes y por este nombre que podría según algunos conectarlos
con el movimiento nazi, sus presentaciones al frente de la banda eran
explosivas y apasionadas, en alguna oportunidad llegó a sufrir ataques de
epilepsia sobre la tarima y muchos creían que era parte de su performance.
Este mismo joven músico
y talentoso poeta, frontman de una de las bandas más importantes del post-punk el día 18 de mayo de 1980 tras
una larga lucha con fármacos que no lo mejoraban y le ocasionaban todo lo
contrario, una relación extramarital buscada por él mismo que le generaría un
sentido de culpa inmenso luego de escuchar el disco “The Idiot” de uno de sus músicos
favoritos Iggy Pop y mientras veía la película “Stroszek” de Werner Herzog escribió una sentida y dolorosa carta a
su esposa para luego dirigirse a la cocina donde se ahorcaría teniendo solo 24
años perdiendo de esta manera una batalla que desde su adolescencia siempre
supo que le sería imposible ganar. La banda Joy Division se encontraba con
mucho éxito y a punto de emprender una gran gira por los Estados Unidos, Curtis
se mostraba muy emocionado frente a todos sus compañeros y conocidos por este
significativo paso aunque todos temían por su estabilidad ya que poco tiempo
había pasado de un intento de suicidio con una considerable cantidad de
pastillas, la vida le había ganado la guerra a Ian Curtis esa última mañana.
El libro “En cuerpo y
alma” presentado por Malpaso Ediciones es un cuidado trabajo no solo por su
calidad y belleza también lo es por el contenido del que todo el que sea fan de
Ian Curtis y su banda Joy Division debe de tener como un tesoro. Un hermoso y
sentido prologo escrito por su viuda Deborah Curtis presenta esta historia que
ayuda a hundirnos en no solo los poemas convertidos en canciones presentados de
manera bilingüe y con una excelente traducción en los que se observa las notas a
los lados de cada página con puño y letra de Curtis, canciones y poemas que
como cuenta Deborah no se cansaba de llevar en una bolsa todas escondidas y que
escribía en cualquier momento y lugar, tachones y arreglos, transcripciones,
textos sueltos, imágenes de fanzines, flyers,
manuscritos y liricas que fueron cambiadas en su versión final, una
considerable cantidad de fotos de sus libros personales, entrevistas y cartas
son parte también importante de lo que integra el libro “En cuerpo y alma”.
Deborah Curtis cuenta como se conocieron, lo que significó compartir parte de
su vida con él y para los que lo rodeaban, como se sintió cuando supo que una
de las canciones más importantes y oscuras que se escribieron en los años ’80 un
himno llamado “Love will tear us apart”
era un tema dedicado a ella y a la dolorosa situación que se encontraban
viviendo en su matrimonio.
Resulta excesivamente
curioso que cuando uno lee en el orden que se escribieron las letras Ian Curtis
se hacía mas y mas enigmático, al mismo tiempo se leía claramente que el fin se
encontraba cerca y pareciera que pocos o ninguno se quiso dar cuenta, muchas de
estas letras ya eran señales claras de que no duraría mucho tiempo Ian Curtis.
Deborah cuenta que sentía que él tenía una necesidad inmensa de abrirse con
ella y cuando podía llegar el momento se convertía en una persona amarga y
agresiva, no terminaba de abrirse y pedirle la ayuda que obviamente necesitaba.
Como si el prologo de
Deborah Curtis fuese poco también se encuentra una larga y profunda
introducción escrita por el periodista y escritor Jon Savage en donde analiza a
profundidad la historia de la banda, la Inglaterra que vivió, la personalidad llena
de miedos y depresiones de Ian Curtis así como gran parte de los poemas que se
convirtieron en canciones con una de las bandas más importantes del post-punk.
Ian Curtis pocos días
tuvo para crear y expresarse pero dejó un legado exquisito de letras y canciones
que marcaron una época y que hasta el día de hoy se siguen y no tengo la menor
duda de que se seguirán cantando eternamente. Curtis vivió, sobrevivió, se
preocupó por su generación, pudo tener una banda mas agresiva como lo fueron
sus primeras influencias pero prefirió cantar sobre lo que atormentaba a la
juventud internamente esos días, sus letras que comenzaron siendo directas se
fueron cerrando y oscureciéndose poco a poco como él lo hizo con su atormentada
vida mientras sentía y sabía que los días se le acababan. Uno busca músicos hoy
con una profundidad como la que tuvo él y sencillamente no se encuentran en la
actualidad, no los hay.
“En cuerpo y alma”
Ian Curtis
Editado por Malpaso (2015)
237 páginas
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